Aguante alrededor de una hora y media. Pasado ese tiempo conseguí reunir alguna gente que como yo no podía más y me fui. Para poder salir estuvimos aproximadamente una media hora cruzando un mar de gente apretada que bebía sin parar. Una vez fuera me sentí como si estuviese en mitad de una pradera. El aire era fácil de conseguir.
No vuelvo, ahora sí, prometido, no vuelvo. Jamás.
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