02 agosto 2006

Vientos de nostalgia

Todos (o casi todos) hemos vivido mudanzas durante nuestra y vida y por tanto tenemos un lugar al que si volvemos se nos impregna la mente de recuerdos y nos quedamos con sonrisa bobalicona dejando que nos invadan las imagenes de un pasado que siempre creemos mejor, a eso se le suele llamar nostalgia.

A todos nos bendice o desgarra de vez en cuando una racha de viento nostálgico y a mí me toco en estos dos días de ausencia, en los cuales volví a mi cortijo, situado en mitad de la Sierra de Segura. Allí viví durante muchísimos años, y hasta hace dos años, pasaba allí todos los fines de semana y los veranos completos, por tanto, es bastante lógico que dicho lugar contenga un cúmulo de recuerdos bastante importante.

El principal cometido de la visita al cortijo era ordenar nuestro antiguo cuarto (el de mi hermano y mío) y seleccionar cosas que se querían y cosas que no. Esto supuso volver a encontrarme con mi colección de cochecitos en miniatura, con mis libretas repletas de ligas y equipos de fútbol imaginarios (así como los periódicos autoeditados por mí mismo dando las últimas novedades sobre dichas ligas), antiguas cartas (que leí y releí de nuevo), la libreta de ejercicios de mi vaije a inglaterra con las direcciones y números de móvil de todo el mundo al final, viejas libretas de clase (entre ellas aquella que tenía el diccionario de palabras inventadas por Fausto y por mí), una orla de cuando tenía 12 años (y cuando los de mi clase tenían esa misma edad, lógicamente), antiguas partituras de cuando empezaba a tocar el piano, las hojas en las que Josep y yo apuntabamos frases que atribuíamos a nuestros compañeros, mis examenes de 6º (todos con sobreliente... gloriosos tiempos aquellos), mis trabajos de lengua sobre Bécquer, Historia de una escalera y Camila (todos con un excelente... gloriosos tiempos aquellos), mi gato de cristal, mi antigua copa de campeón comarcal de ajedrez, mi vieja camiseta de la Real Sociedad (que ya no me cabía, evidentemente), pero sobre todo, lo más impactante (y gracioso) fue encontrarme con antiguos relatos y poesías que escribí cuando debía de tener unos 14 o 15 años. Para quitarle dramatismo al anterior post (que parece que ha causado cierto resentimiento) colgaré alguna de estas cosas para que os podáis reir de mí y yo me sienta superguay por reirme de mí mismo.

Aquí van unas muestras poéticas:


Intranquilo, me senté en un banco,
en medio de un desolado parque,
observaba a la gente pasando,
todos carentes de significado.

Sin sentido aparente todo pasaba
delante de mí. ¿No era eso la vida?
Algo que no tiene ningún sentido.
Me mente se dispuso a descansar.



Amor, sufrimiento, ningún sentido tiene esquivarlo,
bullicioso espera irrumpir, y nunca falla.
¿Todavía no has comprendido porqué se llora?
El amor está siendo piadoso contigo.



Y un viejo intento de soneto sin rima (pero sí con métrica, creo):

FANTASÍA CONGELADA

Cuando tu corazón dejó de darme de beber,
apagada tu fuente de ese intenso amor, los
pequeños riachuelos de sangre de mi cuerpo se
secaron, se desvanecieron, y con ellos mi energía.

Mi espíritu dejó de actuar con coherencia,
la sensatez se convirtió en locura de amor,
la paciencia se transformó en desesperación,
y muis acciones, mis acciones dejaron de tener sentido.

Demasiado brusco había sido el despertar
de ese sueño tan bello, sólo apreciado
cuando dejaba de estar en mi posesión.

Mi alma intentó despertar, mi espíritu renacer,
y mi cuerpo volver a funcionar como antaña,
imposible, la fantasía ya estaba congelada.



Hala, eviten las carcajadas sonoras ;)

5 comentarios:

Löla dijo...

Yo estuve limpiando el otro día el garage, encontré mogollón de cosas, la mayoría olvidadas lo que te hace mayor ilusión.
Se me saltó una lagrimilla cuando encontré mis primeras zapatillas de baile, todas rotas, vendadas con esparadrapo, tan pequeñitas..
Y es que en esos momentos me da por pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor.
POr ciertura, me esperaba unos poemas malos, y no ha sido para nada así ;)

Anónimo dijo...

Te leo aunque nunca comente nada...
=)
¿es impresión mía o estos días a todo el mundo le da por recordar?

Pat Robles dijo...

Yo nunca me he mudado, pero hace poco estuve releyendo las cosas que escribí con 16 años (y me morí del asco) xD

Anónimo dijo...

Yo como cecilia, tampoco me he mudado nunca. Pero siempre tengo nostalgia del tiempo al encontrar por mi cuarto cosas que creia perdidas, o pensar donde meti esto o que sera de aquello. Siempre me viene bien recordar.

A mi me tocara reirme de mis escritos a vuestra edad, porque por ahora tengo la edad con la que os reis al leer lo que escribisteis con ella xDD..aunque dentro de nada tendre mas edad xD

Poeta, un placer volver a visitar tu rincon despues de tanto tiempo, y ver que sigues en el pais donde te deje. Por fin me pase, y hay mucho que leer, y yo poco tiempo que tener.

"..nada que decir y mucho que callar.."

Anónimo dijo...

Hasta el mas humilde de los escritores bebe de su propio orgullo para continuar,y despreciando su arte cree merecedor de critica el resto, y quien no, y quien no siente verguenza de unas creaciones que cree superadas por el tiempo, de los pensamientos y palabras creadas por aquel al cual le deparaban tantos aprendizajes el destino, ahora siempre resultan pateticos todos sus dilemas tan sencillos desde aqui que pierden su dramatismo original,riamonos pues de todos los actuales escritos, cuando el destino nos haya vuelto a golpear con su inclemencia habitual,volveremos a ver al pobre chico, que amaba, lloraba, odiaba,luchaba, sin saber que superarse, plasmar su alma intentando hacerla belleza,solo es la antesala de otra batalla,desde la que miraras al chico, y una vez ganada altura descubriras la razon de sus alegrias y perdidas, a pesar de llevar siempre las irresolubles contigo, y habra quien diga, yo soy capaz de despreciar mi arte ahora, pues solo intento exspulsar mis demonios(o angeles)sin afan alguno de arte, quizas con el escudo de la ironia, pero cuando las palabras brotan,es innegable la minuciosidad, consciente o no con que uno intenta moldearlas a su idea perfecta inicial,improvisada , o planeada, e imposible es no amar la superacion que ciertos dias ocurre, el orgullo de poder sentir con tus propias palabras, solo por ese instante escribes ahora, pero con el tiempo no seras tu quien las escribio, sino el que murio en el camino, ahora pudiera ser risible, pero eso no resarce nuestro ego, tampoco nos hace mejores escritores, pero...¿como apreciar lo que ahora creas sin despreciar algo sabido inferior?