31 julio 2008

Frustración

Me resulta muy frustrante entrar en las catedrales grandes.

Me frustra saberme rodeado de tanta belleza y que me deje tan indiferente.

Los símbolos religiosos nunca me dijeron mucho.

24 julio 2008

La chute

la chute

tes yeux pointu
au fond de la salle

feróce désir d'été




la caída

tus ojos puntiagudos
al fondo de la sala

feroz deseo de verano

23 julio 2008

Al tiempo

al tiempo

los gemidos y las palabras
se deshacen en el espacio

tu espalda contra mi pecho
estremeciéndose
en quirúrgica unión
a ritmo de ametralladora

y yo concentro mi energía
en mantener mi mano firme
en suma a la tuya

              no llores

              no llores

13 julio 2008

Frozen en el imperio Galo (III): La vuelta

Capitulo 1.
Capitulo 2.

A la mañana siguiente nos levantamos tranquilamente, comprobamos que se ha soltado una de las cuerdas que sujetaba nuestra tienda, definitivamente hacía mucho viento en Arras. Y también comprobamos que hace un frío exageradísimo fuera y que llueve con bastante intensidad (y yo en manga corta). Recogemos y guardamos la tienda con la ayuda de dos chicas que tenían una igual (porque nosotros no habríamos sabido) y a comprar algo de comer y luego a la estación. Nos sobra hora y media en la estación así que nos sentamos y nos dedicamos a comer. Poco después aparecen las chicas que nos ayudaron y nos dicen que si podemos cuidarles sus maletas y Jose y yo nos miramos un poco sorprendidos por ese arrebato de confianza en nosotros. Y aceptamos, por supuesto.

Hora y media después cogemos el tren a Amiens, y una vez allí disponemos de otra hora hasta el siguiente tren, así que decidimos dar una vuelta por Amiens. Y tras adentrarnos un poco, ¡sorpresa!, una catedral majestuosa. Y es ahí cuando nos acordamos los dos de nuestros libros de historia y de esa catedral, que nos habíamos encontrado de casualidad. Entramos, por supuesto. Sencillamente majestuosa.

Una vez salimos de Amiens para Creil seguimos sorprendiéndonos de la suerte que estamos teniendo todo el viaje. Una vez en Creil nos subimos al siguiente tren, el último, el que nos llevará a Beauvais, que parece que sale 10 minutos tarde. 20 minutos después empezamos a preocuparnos y preguntamos a la gente, parecer ser que se ha retrasado de manera indefinida. Mientras tanto yo había observado que el viaje de 3 horas de Beauvais a Arras era de 4 horas de Arras a Beauvais, por lo que nuestro margen no era tan grande. Y el tren seguía retrasándose y nosotros nos ponemos cada vez más nerviosos. Preguntamos a uno de los encargados y nos dice que hay un tren averiado en mitad de la vía que deberíamos usar para irnos, por lo que el retraso es indefinido (y va para largo). Así que nos enteramos de casualidad que podemos coger otro tren para ir hasta otra ciudad más lejana, y desde ahí coger el tren hasta Beauvais. Llegaríamos justos... muy justos. Lo cogemos, por supuesto, y allí se empapan de nuestra preocupación una pareja de franceses de unos 50 años, el señor y la señora Rey. Se encargan de llamar a un taxi para que nos espere en la estación de autobuses para salir corriendo a coger el avión, una vez en la estación llaman al aeropuerto para decir que llegamos tarde y en ultima instancia, nos dan sus números de teléfono por si tuviéramos que quedarnos en su casa en caso de perder el avión. Apenas sabemos como darles las gracias.

Una vez llegamos a Beauvais cogemos el taxi y vamos directos al aeropuerto, y una vez allí me encuentro al hombre que esta en facturación yéndose, faltan 30 minutos para que salga el avión, le pregunto si estamos a tiempo de embarcar, me dice que no, le pregunto si no hay ninguna posibilidad, le suplico. No hay nada que hacer.

Media hora de depresión.

Voy a comprarme una tarjeta de teléfono para hacer unas llamadas desde la cabina y ahí me encuentro de casualidad con dos pijos españoles a los que les sobran dos entradas para Madrid al día siguiente. Me dicen que les han dicho que no hay problema con el tema de los nombres... cosa altamente dudable, así que vamos a preguntar a Ryanair, y efectivamente, estaban intentando colarnos la. Así que no nos queda otra que comprar los billetes para el día siguiente, que con descuentos por perder el anterior nos sale por 75 euros cada uno. Hay que pagar con tarjeta, y no tenemos. La dependienta acepta que le demos el dinero exacto en metálico y que paga el billete con su propia tarjeta. Tampoco sabemos como agradecérselo.

Decidimos llamar al señor Rey, ya que no nos queda otra opción (los chicos pijos nos dijeron que no habían encontrado albergues libres para esa noche) y nos dice que en tres cuartos de hora nos recoge. Salimos a la calle a esperar y allí conocemos a Vincent, un francés que se va la mañana siguiente a Roma. Mientras todo esto ocurría por la megafonía del aeropuerto se había estado pidiendo repetidamente y cada vez más histéricamente al dueño de una maleta negra abandonada que fuera a recogerla. Nadie la reclamó, por lo que 20 minutos después evacuan el aeropuerto porque la maleta podría ser una bomba y nos mandan a todos a un recinto cerrado un poco alejado del aeropuerto y yo pienso en el señor Rey, aunque estoy seguro de que no le dejarán pasar (no tiene sentido que dejen pasar coches hacia un aeropuerto con una posible bomba en su interior).

Una vez en el bunker ese descubrimos que Vincent también había estado en el mismo festival que nosotros y empezamos a hablar de música sin parar hasta que mucho tiempo después aparece el señor Rey, el cual sorprendentemente había podido pasar y llevaba una hora buscándonos. Nos pregunta si queríamos ir con él o quedarnos ahí, y viendo su cara, observo que no le viene bien acogernos esa noche y el pobre hombre ya había hecho demasiado por nosotros, así que le digo que no se preocupe y le doy las gracias y mi teléfono por si alguna vez necesitase mi ayuda.

Poco después también se une al grupo Daniel, un americano que coge al día siguiente avión a Glasgow y que también ha estado en el Main Square Festival. Nos ofreció algo de pan duro que había encontrado por ahí, parece que realmente gastaba todos sus ahorros en los aviones. Luego se lo desayunó él mismo.

Finalmente, cuando la supuesta bomba quedó fuera de peligro, nos echaron y (como el aeropuerto es pequeño, cierra por las noches) buscamos un cesped en el cual montar la tienda de campaña y donde no se nos viera mucho y dormimos los cuatro dentro de ella.

Finalmente cogimos el avión de vuelta sin problemas y llegamos menos cansados de lo esperado a Madrid. Al día siguiente, yo me fui al pueblo.

12 julio 2008

Frozen en el impero Galo (II): Los conciertos

Capitulo 1.

Ni la total ausencia de horas de sueño en toda la noche, ni las cansadas horas de viaje, ni la tensión ni los nervios, ni el cambio de temperatura... nada había podido con nosotros. Nada excepto Vampire Weekend, tras dos canciones nuestro cabreo era monumental y nuestro párpados hormigón armado. Jose y yo nos mirábamos con preocupación y suspiramos de alivio cuando media hora después acabó el concierto, se apiadaron de nosotros. Prefiero no hablar mucho de Vampire Weekend, que me ataco. Lo cierto es que la media hora que pasó entre ese concierto y el siguiente fue la mayor lucha contra el sueño que tuve que vivir.

Pero The Wombats supieron combatir eso, salieron con fuerza, con guitarras distorsionadas, con ganas, y eso se notó. Su rock ligero nos despertó y gustó (tal vez nos supieron a gloria porque habían estado precedidos de un desastre, pero lo cierto es que nos gustaron). Comentaron que era un honor tocar en el mismo escenario que Radiohead y Sigur rós, y se retiraron pronto bajo la excusa de “asi os queda menos para verlos”. Nadie se quejo.

Luego vinieron The DO, que siguieron incrementando el nivel, apenas 3 personas en el escenario, un batería, un multiinstrumentista, y una cantante/guitarrista. Nada más. Y sin embargo, el escenario y el sonido quedo completamente repleto, gracias a la fuerza (y sensualidad) de Olivia, y el talento de Dan. Además de eso, el batería, de estudio, sí, pero ¡qué batería! Buenas canciones, se nota mucho la influencia de Bjork en Olivia o la de Radiohead en general en el grupo. Buen concierto. Al final, Dan declara que cuando le dijeron que tocarían con Radiohead y Sigur rós no se lo creía y sigue sin creerselo, parece que todo el mundo está esperándolos.

Y entonces, salen Sigur Rós. Yo no veo nada, tengo una pared infranqueable de 8 tíos de más de 1'85. Tras cagarme en todo recursivamente y jurarme que no iría más a ningún concierto hasta que no crezca por lo menos 15 centímetros empieza el concierto y yo estoy muy cabreado y frustrado. Afortunadamente, puedo seguir el espectáculo por las inmensas pantallas de los lados. Al escenario salen 8 músicos, Sigur Rós y Amiina. De fondo cinco bolas inmensas iluminadas. Empiezan a tocar y tanto Jose como yo nos estremecemos. A las 2 canciones se me había ido el cabreo y ya sólo disfrutaba.

Se centraron principalmente en su repertorio más alegre y vivo, dejando de lado las canciones más pausadas. Acabaron con Popplagid, una maravilla. El mejor final que puede tener un concierto.

Se acaba y yo tengo el corazón encogido. No hay rastro de cabreo, y sólo emociones a raudales. Aunque le pido a Jose que nos movamos para que tenga alguna posibilidad de ver algo en el concierto de Radiohead. Nos movemos, y tras tres cuartos de hora de espera salen y yo los veo (mas o menos xD).

Tanto Jose como yo estamos ya destrozados, apenas nos mantenemos en pie y sacamos fuerzas de donde podemos para disfrutar de las dos horas que nos esperan. Tengo que destacar que menos mal que no tuve muro de torres delante para Radiohead, porque no retransmitieron el concierto en las pantallas de los lados como con los otros conciertos, sino que usaron las imágenes que suministraban ellos mismo. Sino, no habría visto nada de nada.

El escenario esta cubierto de tubos fluorescentes que caen, hay varios cámaras repartidos por el escenario y al fondo hay una inmensa pantalla. La presentación es espectacular. Sólo falta que la música esté a la altura, y ¡vaya si lo está! Empiezan con 15 steps y continúan con todo temazos como Pyramid song o Where I end and you begin. A la hora y media dejan es escenario y todo el público se pone como loco a pedir un bis, tras 4 minutos salen, y nos ofrecen otro buen puñado de canciones de bis, entre las que destacaría el espectacular espectáculo que montaron con Paranoid Android. A falta de 10 minutos para las 12, vuelven a irse, y volvemos a pedir enloquecidos un bis. Se hacen de rogar, pero salen y nos ofrecen dos canciones más, acabando con Streets spirit.

Jose y yo estamos sin palabras (y sin fuerzas). Tras buscar y comprobar que a ningún puesto de comida le queda nada nos resignamos a irnos a la cama con el estomago lleno de música (que tampoco esta mal). A la hora de coger el autobus que nos lleva al camping (que estaba a unos 20 minutos andando) nos encontramos con que hay unas 2000 personas esperando para un solo autobús. Nos colocamos estratégicamente y una vez llega, conseguimos coger el primero, que por supuesto, esta lleno a reventar.

Nada más llegar al camping nos metemos en el saco y a dormir. No hay mejor colchón que el cansancio.

Videos:


The DO - On my shoulders

Sigur Rós - Gobbledibook & Vid Spilum Endalaust
Radiohead - Bodysnatchers
Radiohead - Videotape
Radiohead - Nude

10 julio 2008

Frozen en el imperio Galo (I): La ida

Con muchos nervios (y tristeza) inicié el viaje a Francia, a las 5 de la tarde, en la estación de autobuses de Granada. 5 horas hasta Madrid con una parada en mitad del viaje. La idea es que en cada mitad del viaje nos pondrían una película. La primera mitad el conductor tuvo muy buenas intenciones, pero el iluminado olvidó darle a Play cuando el DVD estaba en su menu principal, así que disfrutamos de dos horas de menu principal. Una gozada. No importó mucho, tenía acompañándome un gran invento llamado Reproductor MP3.

Tras la parada, el conductor puso otro DVD, y de nuevo empezó a conducir dejando el DVD en el menu principal (¡hurra!), ante lo cual mi estupor era demasiado grande y tuve que decirle que por favor, no nos torturase y pusiese la película. Un poco avergonzado, pulsó Play. Consecuencia: me tragué una película espectacularmente horrible. Para los curioso, Mama a la fuerza. No la veáis, por vuestra salud mental.

Una vez en Madrid me recibió Jose con una sonrisa de oreja a oreja, en casa, clases de Photoshop, y como no... se nos echo la hora encima, y acabamos haciendo las maletas corriendo y echando una inmensa carrera para coger el último metro a Barajas. Bonito sitio Barajas, un lugar donde todo el mundo duerme como vagabundos sin serlo, podías tumbarte en el suelo sin que te mirasen mal, me gusta. Ibamos con 4 horas y media de adelanto (con dos cojones), para prevenir nuestro previsible patosismo e inexperiencia en viajes solitarios. Sorprendentemente no tuvimos muchos problemas, no acabamos en otro vuelo, ni confundimos la puerta de embarque con la del servicio de mujeres, todo normal. Estábamos admirados. A las 5:45 salíamos de barajas en dirección a Beauvais (al lado de Paris). Me gusta despegar. Nada más bajar, ¡sorpresa!, se trata de un aeropuerto pequeño, en el cual bajas a la pista y sobre todo, donde HACE UN FRIO DE MUERTE. Error número uno: olvidar traerme una sudadera tal vez tuviese más consecuencias de las esperadas.

En Beauvais, todo el mundo cogía el autobús a Paris, nosotros, que nos creemos muy especiales, decidimos bajar a Beauvais y coger allí el tren hasta Arras y quitarnos todo el agobio de gente de Paris (total, no teníamos tiempo de visitar la ciudad). Para ello había que coger un bus que llevaba del aeropuerto a la estación, 4 euros. Una muchacha española de erasmus nos dice que le han dicho que hay otro autobús igual que cuesta 90 céntimos, por lo que decidimos esperar a ese. Justo cuando se va, leemos que el autobús milagroso de los 90 céntimos existe todos los días menos el domingo, que descansa, como si fuese un dios. Toca taxi hasta la estación, entre 3 nos sale como si hubiésemos cogido el otro autobús. No hay consecuencias. La muchacha nos cuenta que comprar billetes de tren puede salir carísimo, nos habla de unos posibles 90 euros. Nos cagamos. Luego se sorprende cuando conseguimos los billetes de ida y vuelta por 40 euros.

¿Cuanto se tarda en ir Arras en tren?
3 horas.
De acuerdo, pues la vuelta a las 2, así llegamos con dos horas y media de margen para coger el avión de vuelta.

Tras haber miniretomado un poco mi oxidado francés, la muchacha erasmus nos explica como funciona todo el tema de los billetes de tren, que hay que compostar y que puedes colarte (siempre que no te pille el revisor).

Una vez en el tren, tenemos que hacer dos trasbordos. El primero, apenas tenemos 4 minutos para salir del tren y coger el siguiente corriendo. Nos sorprende la extrema puntualidad de los trenes.

El segundo, en Amiens, es de una hora, salimos de la estación a tomar algo. Amiens tiene una bonita plaza.

En este punto empezamos a preguntarnos cómo es que nos está saliendo todo tan bien y sobre todo cuando llegaría la primera cagada.

Finalmente llegamos a Arras. Vemos carteles que nos dirigen al Camping, los seguimos y llegamos fácilmente al camping. Pagamos para acceder a este y nos dan bolsas para la basura y nos explican por donde debemos ponernos. El camping parece ser el resto del año unas instalaciones de fútbol, dormiremos en el cesped. Es una buena noticia ya que no habíamos traído ni esterillas ni colchonetas hinchables ni somieres. Yo sigo desoxidando mi francés. Montamos la tienda en 3 segundos (literalmente), dejamos las cosas ahí, nos tumbamos un rato y decidimos ir a comer algo y entrar cuando antes a los conciertos. 2 horas antes de que abran las puertas ya está lleno de gente esperando.

Nos comemos unos bocadillos y entramos (nuestras entradas eran autenticas, suspiramos aliviados). Una vez dentro vemos que The Wombats parecen estar grabando en acústico “Let's dance to joy division”. Nos acercamos y comprobamos que suenan bien. Yo marcho a comprarme una camiseta de Radiohead mientras Jose se compra una hamburguesa. Sin más dilación vamos a esperar los conciertos.

El escenario es inmenso y tiene dos pantallas gigantes a los lados. Una media hora después, salen Vampire Weekend.