26 octubre 2006

Física, lección tercera

Lección primera

Lección segunda


Según las leyes de Kirschoff, en un circuito cerrado las corrientes no te pueden mentir. Por tanto, tienes libertad absoluta para representar y suponer en un principio, pues luego, la verdad y la realidad siempre salen a la luz.

Si en un nudo tú representas todas las corrientes como entrantes, alguna te debe salir negativa (y debe de ser igual a la suma de las positivas), así, no hay engaños, la negativa debe desenmascararse. Por otra parte, en una malla se puede elegir con total libertad el sentido, y en función de este, en la fórmula el voltaje, la resistencia y la intensidad serán positivas o negativas, pero al trabajar con los valores, siempre serán iguales.

La realidad es inamovible. No se puede mentir eternamente. Lo dice Kirschoff.

22 octubre 2006

Frases V: LGS II: El ataque de los sinónimos

(Título completo: Frases V, subsaga La guerra de los sintágmas, episodio II: El ataque de los sinónimos)

Vuelvo a las frases, después de un tiempo:

“That there
That's not me
I go
Where I please…
…I'm not here
This isn't happening
I'm not here
I'm not here”
(How to disappear completely)

Trad:
“Eso de ahí
eso no soy yo
yo voy
donde me place…
…no estoy aquí
esto no está pasando
no estoy aquí
no estoy aquí”
(Como desaparecer completamente)

De Radiohead


“Pas d'inquiétude, pas de prélude
pas de promesses éternelles
juste l'amour dans notre lit
juste nous vies en arcanciel”
(Raphael)

Trad:
“Ni inquietud, ni preludio,
ni promesas eternas
sólo el amor en nuestra cama
sólo nuestras vidas en arcoiris”
(Raphael)

De Carla Bruni


“I will let you down
I will make you hurt…
…If I could start again
a million miles away
I would keep myself
I would find a way”
(Hurt)

Trad:
Te decepcionaré,
te haré daño…
… si pudiese empezar de nuevo
a un millón de millas
me mantendría como soy
encontraría una manera”
(Dañar)

De Nine Inch Nails


“Tú y yo
como el mar
compartiendo azul
aún en distinta orilla”
(El hermoso nombre azul)

“Ya no sé si con esta lluvia eterna
me habré acostumbrado a la humedad”
(Seronda)

De Nacho Vegas


“Y ahora ya no puedo prestarte mis alas
ni subirte la falda, ni cogerte con vicio,
ahora da lo mismo reírse de todo
que llorar por nada”
(Rompeolas)

De Quique González


Y finalmente, ronda extra con frases de mis profesores. Me encantan mis profes, son la ostia.

“Blanco es y la gallina lo pone: el plátano”

“Os la voy a presentar, función exponencial, ésta es la clase de primero de Sistemas, clase, esta es la función exponencial. Ya os conocéis, ya podéis intimar”

“Os voy a dar la gráfica de la función, para que tengáis su imagen en la cabeza y os acordéis de su forma cuando suspiréis por ella”

Juán Carlos Cabello Piñar (Profesor de Análisis Matemático en la ETSII de la UGR)


Esto es un chiste, yo fui la única persona de la clase que lo pillé (que yo sepa), me siento orgulloso:

No se asusten de lo que voy a decir. La función imagen inversa va desde el conjunto ‘partes de Y’ hasta el conjunto ‘partes de X’ ”

Juan M. Urbano (Profesor de Álgebra en la ETSII de la UGR)

17 octubre 2006

Carta

Aloha, ma chére.

Seguro que aún estás sorprendida por ver una carta mía en tu buzón, no me extraña, yo mismo estoy sorprendido de estar escribiéndola. Eso sí, espero que no te sorprenda ver una carta en tu buzón, sería una señal magnífica. Ya nadie escribe cartas, sólo Telefónica y el Círculo de lectores. Los buzones sólo nos traen malas noticias o información que no nos interesa, tal vez los grandes empresarios sean los últimos románticos que quedan, pero está claro que no es romanticismo el que queremos.

Tal vez sea por eso por lo que te escribo esto, para que en tu buzón haya de pronto algo más que una factura o publicidad (aunque deseo fervientemente que no sea así). Ayer estuve leyendo viejas cartas, TODAS las viejas cartas que tenía guardadas todas juntitas y llenas de polvo, y lo cierto es que no pude contener la emoción. Entre ellas había cartas tuyas, la mayoría, siempre te gustaron las cartas. Sin embargo yo no te mandé todas las que hubiera querido, supongo que estaba ocupado con mil historias. Con el tiempo te das cuenta de que las cosas importantes son cosas más sencillas, como una carta.

Se me hace raro escribirte así, hace apenas una hora he hablado contigo por teléfono y sé que te va bien, sé lo que pasó con tu padre hace nada y que ya está mejor, y ya te he podido decir lo mucho que me alegra. También te he oído reír, siempre te has reído con mis chistes, nunca lo he entendido pero siempre me ha encantado.

Igualmente sé que sabes como me va a mí, mantenemos el contacto, como los buenos amigos. Así que supongo que la cuestión es si esta carta es necesaria, para qué sirve o si tiene sentido. La verdad es que para mí lo tiene, y es que se ha perdido la buena costumbre de mandar cartas (y tú lo sabes bien, siempre mandando cartas y recibiendo nada como respuesta), pero no cartas para confirmar si se está bien o para contar los últimos avances de una vida, para eso están los móviles, siempre es mejor oírse y conversar; o los e-mails, tan cómodos y directos. Las cartas han perdido su valor comunicativo, yo creo que su valor es otro, es un valor pasional y posesivo, un valor mágico. En una carta puedes ver la letra de quien te la escribe, puedes ver como empieza con mucha energía, haciendo una caligrafía perfecta, y luego va acelerándose, entendiéndose todo un poco peor, y te sonríes. A veces hay dibujitos en los laterales, o varios colores, o frases y el papel es un cuadro de palabras y otras veces todo está alineado y con la misma cadencia, perfecto y cuidado. Y a veces hasta hay manchas de las lágrimas que se derramaron al escribir, y trozos de texto con la letra menos intensa, porque el bolígrafo se quedaba sin tinta.

Cuando recibes una carta recibes además un trozo de la otra persona, y puedes palpar el mismo papel que ésta ha palpado y a veces hasta hay restos de su olor, y guardas el sobre en un cajón (secreto) donde guardas todos los tesoros y relees todo a veces, y dejas que te invada la melancolía, y ríes con las cosas que te contaban y recuerdas, y también te emocionas. Antes, leías sus viejos estados de ánimo y te preguntabas como estaría ahora. Pero esas cosas ya no se cuentan, las cartas son melancolía pura. Son recuerdos, no son actualidad. Al final, las cartas tratan los temas importantes, los que quieres transmitir, aunque sean sencillos y cotidianos, y no se centran en la inmediatez, que siempre es fugaz como la fama de tu estrella (¿te acuerdas?).

Al final lo único que quiero es que tengas en tus manos una carta que puedas guardar y releer de vez en cuando, y reírte de ti misma y de mí y sonreírte, y añorar con nostalgia el pasado, pero siempre mirando al futuro pero sin dejar de mirar a los lados para buscar buenos atajos (como aquella noche que nos perdimos por ese camino buscando un atajo para llegar antes que los demás y así prepararles un buen susto, al final los asustados fuimos nosotros y ellos los que nos encontraron. Coger atajos es arriesgado).

La vida nos sonríe y siempre lo hará (aunque en momentos puntuales tenga la cara agria), recuérdalo siempre, cuando leas esto y añores tiempos que se creen mejores. La gente como tú está condenada a ser feliz. No te resistas.

Mañana te llamo, claro que cuando recibas esto, ya lo habré hecho.

Muchísimos besos.

PD: Sigo escuchando el disco de Pink Floyd que me aconsejaste, me encanta, si te portas bien, la próxima vez que nos veamos te canto alguna de las canciones

15 octubre 2006

Vuelo

Todos lo miraban como a un extraño. Nunca hablaba con nadie ni contestaba a nadie, sólo miraba al cielo.

Admiraba a los pájaros. Un día alguién le preguntó si le gustaría volar, como los pájaros, y por primera vez, se oyó su voz.

Sí, contesto.

Vuela entonces, le dijeron.

Y echó a volar.

14 octubre 2006

Never forget them

AVISO: Lo que viene a continuación es una narración del final del Final Fantasy X, aquel que no quiera conocer dicho final, mejor que no siga leyendo.



Murió, Yu Yevon sucumbe al fín. Shin no podrá ser invocado nunca más. Spira es libre. Yuna baila, envía las almas de Yu Yevon y de todas las invocaciones al cielo. Todo el cielo se tinta de rojo. Yunalesca también desaparece y Shin se desintegra en millones de partículas doradas. Los oradores dejan de soñar, ellos también son libres ahora, pero con su sueño, también se rompe la burbuja, todas las almas de los que llegaron a Spira por medio de Shin desaparecen, fluyen hacia otro lugar.

Tidus los sabe, y nota como sus brazon comienzan a transparentarse. Yuna lo ve. No, por favor, no.

- Yuna... debo irme. Siento no haber podido cumplir nuestra promesa - dice Tidus fingiendo cierta vitalidad - Adios.

Tidus se marcha, impaciente, con prisa.

- ¿Volveremos a verte? - grita desesperada Rikku.

Nadie contesta.

Yuna no aguanta, la tristeza se apodera de su rostro, todo esto no puede ser verdad. Corre desesperada a abrazar a Tidus, a decirle que no se marche, que lo necesita. Pero él ya no puede abrazarla... y Yuna lo atraviesa. Tidus sigue evaporándose. Desde el suelo, Yuna ve como el amor de su vida se escapa, y lo comprende. Se levanta, y no se atreve a mirarlo, pero no llora, ya no es la niña que quería ser invocadora y librar a Spira de Shin, ahora es toda una mujer, debe de ser fuerte.

- Te quiero - dice al fín.

Tidus la mira. Él tampoco es el niñito insolente y creído de antes, él también ha crecido. Se acerca, la abraza y sin mirar atrás, corre y se lanza al vacío. Allí le esperan Auron, Jetch y Braska.

Frente al mar, Yuna silba desesperada, con la esperanza de que él aparezca. Ese era el trato, cuando ella no necesitase, sólo tenía que silbar. Te necesito, ahora, te necesito. Ven, por favor, ven.

- Yuna, es la hora - la interrumpe Lulu.

Yuna la sigue y se dispone a dirigirse a toda la gente de Spira.

- Todos... todos hemos perdido cosas preciosas, todo el mundo aquí ha perdido casas, sueños, amigos... ahora, Shin ha muerto finalmente, ahora, Spira es nuestra de nuevo. Trabajando juntos podemos construir nuevas casas para nosotros, y nuevos sueños, y seguir adelante, trabajando duro, tenemos mucho tiempo. Juntos, reconstruiremos Spira, empezemos hoy mismo - el público la aclama enloquecido -. Sólo una cosa más... la gente que hemos perdido... nunca la olvideis.


De todas formas... un video vale más que mil palabras (siento la traducción, que será malilla):

11 octubre 2006

La noche que casi no terminó

- ¿Y si hoy no amanece?
- Entonces esta noche no acabaría nunca y se cumpliría mi deseo.
- ¿Qué deseo?
- El que pedi al apagar las velas.
- ¿Conque era eso? ¿Para qué me lo dices? Ahora no se cumplirá.
- ¿Quién sabe? Pero sería precioso. Dormiríamos la siesta a la luz de la luna.
- Sería un bonito regalo de cumpleaños de parte del Universo.
- No creo que yo le importe mucho.
- Nadie le importa.
- Entonces amanecerá.
- Mejor, así podré violarte con la primera luz del día.
- ¿Te sientes capaz de esperar?
- ¡Claro que sí! No creas que mi deseo por tí es más fuerte que mi voluntad. ¡Serás creído!
- Algo debía sacar de tus continuos abusos de mi cuerpo. En lugar de lamentarme, me sube el autoestima.
- Ya te veo, torturado y maltratado, obligado a follar conmigo cada dos por tres. Se te nota la cara de agobio. No se como puedes soportarlo, pobrecito.
- Es que algunos nacimos para ser mártires. Algunos tendrá que sufrir tu acoso y pasarlo mal para que el universo se equilibre mientras otro disfruta estudiando y aprendiendo matemáticas. La aventura del saber.
- Deberían ponerte un monumento.
- Deberían.
- Pero si quieres yo lo dejo, no quiero que seas un mártir involuntariamente.
- Pues... agradezco tu preocupación, pero el equilibrio del universo es muy importante, me siento capaz de llevar ese peso a mis espaldas.
- Que heróico.
- Soy tu héroe.
- Eres mi esclavo.
- ¿Y qué diferencia hay?
- Que también eres mi esclavo de día, los superhéroes actúan por la noche.
- Yo soy un superhéroe a jornada completa.
- Entonces ya es hora de que trabajes.

Y en ese momento, amaneció.

05 octubre 2006

Miradme

Los muertos son ellos, yo sólo he caído.
JEAN LOUISE SANDERS


Miradme
regodeándome en las carencias
de mi universo
bañándome en sus ausencias
y refugiándome en la delgadez del poder de mis palabras
y en la soledad de mi reflejo.

Miradme
rodeado de colores
en una realidad de blancos y negros.

Miradme
caer
pero nunca sucumbir.