09 diciembre 2006

Sin desvíos

La vida nos tiende miles de pruebas, pequeñas piedras que se te cruzan en el camino y que parecen muy fáciles de esquivar en la lejanía, pero cuando las tienes enfrente nos mucho más grandes de lo que piensas, y hay que rodearlas con cuidado de no perderse en el camino. Cuando debes desviarte del camino de tu existencia, de tu identidad a veces es fácil tomar otra senda, aceptarla como propia y convencerse de que es nuestra senda.

Sin embargo, el aire que azota tu camino, el verdadero, aquel en el que tu identidad se siente en perfecta armonía, tiene un olor inconfundible, rejuvenecedor y vital.

Por eso, pocas sensaciones son comparables a volver a tu senda tras haber sabido bordear un gran pedrusco.

9 comentarios:

Casshern25 dijo...

Mejor bordear que saltar jajaja y ya no te digo si te estampas contra ellas, claro que volver a la senda, en mi caso no se sabe si es una senda o despeñaperros.

Anónimo dijo...

Uhm...
Tai, ¿crees en el destino o en algo similar?

Anónimo dijo...

aaaayy...amigo gominolo...

aaaaaarrrng aymamá!!

Tai, ¿crees en el destino o en algo similar?

(chanante!!)

Frozen dijo...

En absoluto, creo que el destino es una invención de los conformistas, es una excusa perfecta para no asumir que cada traza su propio camino. Justamente de eso se trata, cada uno es como es, tiene una personalidad, un caracter, una identidad, seguir el camino es ser consecuente con esa forma de ser, no traicionarse a uno mismo, no tiene nada que ver con el destino.

pcbcarp dijo...

¡Caramba! filosófico estáis... (como decía Cervantes: "es que no como") El viejo maestro Ueshiba decía que la aparición de un enemigo en nuestro camino es un regalo que los dioses nos hacen para probar nuestro entrenamiento... (o algo así)

Anónimo dijo...

Suponía que la respuesta iba a ser algo así ;), pero aun así tenía que preguntar...

Yo no lo veo de la misma manera. Me parece que a menudo las piedras en el camino hacen que nos replanteemos ciertos aspectos y precisamente por eso vamos cambiando de rumbo. Además nunca llegamos a conocernos totalmente a nosotros mismos y a menudo tomar unos u otros caminos nos hacen darnos cuenta de lo lejos que estábamos antes de lo que realmente queríamos.
Es por eso que vamos trazando una trayectoria, cambiante e incluso, a veces, contradictoria, y no por ello nos traicionamos a nosotros mismos. Aceptar que hay un camino determinado en el cual cada uno es quien es, para mí, es aceptar que existe algo así como el destino.

Entiendo, de todas formas, lo que tu quieres expresar. Pero yo no lo diría así. Para mí son los cruces de caminos, las piedras, y aquello que altera la trayectoria que hemos decidido seguir lo que nos hace elegir, y con esas elecciones, a menudo, obtenemos esa inconfundible sensación de haber sabido torcer, seguir o pararnos en el momento adecuado, de ser nosotros mismos y de obrar acorde con lo que somos.

Creo que queremos decir lo mismo, solo que empleamos imágenes diferentes, pero yo no puedo utilizar únicamente la imagen de un solo camino porque eso sería (para mí) admitir que existe algo que nos marca el camino adecuado, véase destino, por ejemplo.

Espero haberme explicado..xD

Frozen dijo...

Te explicas magníficamente.

En efecto, nuestros conceptos son mucho más convergentes de lo que parece, pero utilizamos analogías distintas.

Mi utilización del símbolo de un camino a seguir no es en absoluto un camino fijo o marcado, es un camino variante, el camino de la vida, si quieres. En él te encuentras piedras, y debes desviarte muy frecuentemente de ese camino, y a veces ese desvío te lleva a otro camino, y sigues ese, y resulta que ese vuelve a ser el camino, probablemente mucho más afin y ajustado a tí que el anterior. Y es que tal vez desde el principio estabas en una dirección equivocada, o tal vez no. La vida no se rige por Norte-Sur-Este-Oeste, los caminos afines son variados, y se pueden encontrar en cualquier punto.

La cuestión de todo esto es que en un instante de tiempo concreto, en un punto concreto de la vida, cuando te estas dirigiendo en la dirección que te corresponde, la que te identifica y te completa, entonces es cuando sientes que el aire huele de manera distinta, y esa sensación es incomparable.

No se si me he explicado yo también :S

Iréz dijo...

Os explicais magnificamente los dos:). Quereis decir lo mismo, pero de forma diferente.

El otr día hablé sobre el destino, y una amiga me dijo que ella creia que a cada instante el destino cambia. Pero yo estoy con vosotros, no existe un camino trazado, tú mismo te lo haces, y ese olor especial al encontrarlo, huele al más intensto y placentero olor. Pero mientras lo encuentras, pruebas muchos muchos caminos...y al fin encontrarás uno que te guste caminar, pero siempre siempre habran piedras para no aburrirte mientras lo haces, y para saber que al hacerlo eres feliz.

SiL dijo...

Estaba en lo cierto, hablamos de lo mismo..^^

Nana, qué es lo que decía tu amiga para defender eso de que el destino a cada instante cambia?