Con muchos nervios (y tristeza) inicié el viaje a Francia, a las 5 de la tarde, en la estación de autobuses de Granada. 5 horas hasta Madrid con una parada en mitad del viaje. La idea es que en cada mitad del viaje nos pondrían una película. La primera mitad el conductor tuvo muy buenas intenciones, pero el iluminado olvidó darle a Play cuando el DVD estaba en su menu principal, así que disfrutamos de dos horas de menu principal. Una gozada. No importó mucho, tenía acompañándome un gran invento llamado Reproductor MP3.
Tras la parada, el conductor puso otro DVD, y de nuevo empezó a conducir dejando el DVD en el menu principal (¡hurra!), ante lo cual mi estupor era demasiado grande y tuve que decirle que por favor, no nos torturase y pusiese la película. Un poco avergonzado, pulsó Play. Consecuencia: me tragué una película espectacularmente horrible. Para los curioso, Mama a la fuerza. No la veáis, por vuestra salud mental.
Una vez en Madrid me recibió Jose con una sonrisa de oreja a oreja, en casa, clases de Photoshop, y como no... se nos echo la hora encima, y acabamos haciendo las maletas corriendo y echando una inmensa carrera para coger el último metro a Barajas. Bonito sitio Barajas, un lugar donde todo el mundo duerme como vagabundos sin serlo, podías tumbarte en el suelo sin que te mirasen mal, me gusta. Ibamos con 4 horas y media de adelanto (con dos cojones), para prevenir nuestro previsible patosismo e inexperiencia en viajes solitarios. Sorprendentemente no tuvimos muchos problemas, no acabamos en otro vuelo, ni confundimos la puerta de embarque con la del servicio de mujeres, todo normal. Estábamos admirados. A las 5:45 salíamos de barajas en dirección a Beauvais (al lado de Paris). Me gusta despegar. Nada más bajar, ¡sorpresa!, se trata de un aeropuerto pequeño, en el cual bajas a la pista y sobre todo, donde HACE UN FRIO DE MUERTE. Error número uno: olvidar traerme una sudadera tal vez tuviese más consecuencias de las esperadas.
En Beauvais, todo el mundo cogía el autobús a Paris, nosotros, que nos creemos muy especiales, decidimos bajar a Beauvais y coger allí el tren hasta Arras y quitarnos todo el agobio de gente de Paris (total, no teníamos tiempo de visitar la ciudad). Para ello había que coger un bus que llevaba del aeropuerto a la estación, 4 euros. Una muchacha española de erasmus nos dice que le han dicho que hay otro autobús igual que cuesta 90 céntimos, por lo que decidimos esperar a ese. Justo cuando se va, leemos que el autobús milagroso de los 90 céntimos existe todos los días menos el domingo, que descansa, como si fuese un dios. Toca taxi hasta la estación, entre 3 nos sale como si hubiésemos cogido el otro autobús. No hay consecuencias. La muchacha nos cuenta que comprar billetes de tren puede salir carísimo, nos habla de unos posibles 90 euros. Nos cagamos. Luego se sorprende cuando conseguimos los billetes de ida y vuelta por 40 euros.
¿Cuanto se tarda en ir Arras en tren?
3 horas.
De acuerdo, pues la vuelta a las 2, así llegamos con dos horas y media de margen para coger el avión de vuelta.
Tras haber miniretomado un poco mi oxidado francés, la muchacha erasmus nos explica como funciona todo el tema de los billetes de tren, que hay que compostar y que puedes colarte (siempre que no te pille el revisor).
Una vez en el tren, tenemos que hacer dos trasbordos. El primero, apenas tenemos 4 minutos para salir del tren y coger el siguiente corriendo. Nos sorprende la extrema puntualidad de los trenes.
El segundo, en Amiens, es de una hora, salimos de la estación a tomar algo. Amiens tiene una bonita plaza.
En este punto empezamos a preguntarnos cómo es que nos está saliendo todo tan bien y sobre todo cuando llegaría la primera cagada.
Finalmente llegamos a Arras. Vemos carteles que nos dirigen al Camping, los seguimos y llegamos fácilmente al camping. Pagamos para acceder a este y nos dan bolsas para la basura y nos explican por donde debemos ponernos. El camping parece ser el resto del año unas instalaciones de fútbol, dormiremos en el cesped. Es una buena noticia ya que no habíamos traído ni esterillas ni colchonetas hinchables ni somieres. Yo sigo desoxidando mi francés. Montamos la tienda en 3 segundos (literalmente), dejamos las cosas ahí, nos tumbamos un rato y decidimos ir a comer algo y entrar cuando antes a los conciertos. 2 horas antes de que abran las puertas ya está lleno de gente esperando.
Nos comemos unos bocadillos y entramos (nuestras entradas eran autenticas, suspiramos aliviados). Una vez dentro vemos que The Wombats parecen estar grabando en acústico “Let's dance to joy division”. Nos acercamos y comprobamos que suenan bien. Yo marcho a comprarme una camiseta de Radiohead mientras Jose se compra una hamburguesa. Sin más dilación vamos a esperar los conciertos.
El escenario es inmenso y tiene dos pantallas gigantes a los lados. Una media hora después, salen Vampire Weekend.
2 comentarios:
Ohh!! que gracia!! jajajajaja.
Como me recuerdas a mi de viajes...
Sobre todo, en los primeros...
Me tenias que haber preguntado algunas cosas nene, como por ejemplo... A QUIEN NO SE LE OCURRE LLEVARSE UNA SUDADERA??!!!
Tu estas fatal... jajajajaja. Y lo de los trenes.. estas tonto, porque existe una tarjeta, la carte 12-25, que te descuentan la mitad en los trenes.. y la tengo aqui muerta de risa en mi casa...
Y que mas que mas... Ah si!! Vale, los trenes son puntuales siempre y cuando NO esten en huelga !!! Que es un dia si y otro tambien... Y pueden llegar con horas y horas de retraso... jajaja.
en fin, ansiosa estoy por leer la continuacion. Un besito!! MUACKS
Joer, merezco un premio. me estoy leyendo todo todito todo:).
Los viajes en solitario tienen se aquel, cuando yo viaje a Irlanda, barcelona...mola un montón la sensación de "lo he conseguido !! aquí estoy !!" xD...y si barajas es un puto hotel gratis, yo dormí en el suelo porque mi hermano me quito el apaño que habia hecho juntando dos bloques de sillas, y nadie me miro raro, ni vino nadie a decirme "oye, te puedes levantar?" ahí que me quede...en fins, voy a leer las siguientes partes;)
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