Desde no hace mucho, Granada es considerada como la capital mundial del botellón (gran honor donde los haya). Hoy es el día fuerte de Las cruces (la macrofiesta granadina). Tal combinación no podía dar otra cosa que un macrobotellón… pero lo cierto es que no se ha formado un macrobotellón, se han formado unos cuantos. En varios puntos de la cuidad la juventud granadina (y alguna forastera que pasaba por aquí) invade las calles.
He tenido ocasión de disfrutar del ambiente en varios sitios, uno de ellos, la misma explanada donde se hizo el macrobotellón de la fiesta de la primavera, presenta la mayor afluencia de todos (o eso creo), si bien no llega a la cantidad de gente del anterior evento. La carretera contigua y la rotonda están evidentemente saturadas de gente imposibilitando casi por completo el paso de cualquier coche.
En Plaza Einstein hay una caseta con sevillanas, gente bailando y mucha gente bebiendo alrededor, si bien el ambiente no llega a agobiar.
El plato fuerte llega en el botellón organizado en la Facultad de Derecho (interesante lugar para emborracharse), donde están completamente abarrotadas todas las calles que rodean dicho centro imposibilitando por descontado el tráfico. Nada más llegar, uno asume el reto de intentar encontrar a la gente que esta buscando entre la muchedumbre y con mucha paciencia va avanzando cruzando la calle a empujones (y tardando 5 minutos en cruzar un tramo de 70 metros), lo bueno llega cuando llegas al otro lado y encuentras a la benemérita montada en caballos taponando la vía supuestamente para que la muchedumbre no abarque más de lo debido, aunque sinceramente, yo creo se trata más de un intento de integrarse en la fiesta y formar parte de ella llevando caballos como si saliésemos de romería.
Una vez desistes de encontrarte cómodo en el botellón-romería, debes volver a invertir unos 5 minutos en poder respirar aire no sudado. Para amenizar tan desagradable trayecto uno no tiene más que arrimar el oído (y sino también) para escuchar los grandes éxitos de botellones de ayer y hoy, entre los que se incluyen canciones tan populares y pegadizas como “Alcohol, alcohol, alcohol, alcohol, alcohol”, algunas versiones creativas de algún genio como “Bote, bote, bote, policía el que no bote”, entre todos los cánticos también se pueden distinguir a veces alguno que no parece tener conexión con el evento, pero siempre da el pego, como “Manos arriba, esto es un atraco”. (Creo que todos sabréis cantarlas, ¿no?)
Si tras todo esto uno no se siente incómodo siempre puede mirar al suelo y ver todas las botellas y bolsas de hielo tiradas al suelo y avergonzarse un poco por su generación y su preferencia a congregarse a emborracharse antes que manifestarse por los problemas de empleo.
En el trayecto también puedes ver a cientos de parejas besándose, felices, mirándose dulcemente y acariciándose, y luego asegurarse de que nadie sujeta tu mano antes de oscurecer la sonrisa.
Tal vez dios exista, pero no es justo.
2 comentarios:
Es curioso lo de la fiesta en España...siempre estamos dispuestos a ella, ahora, a luchar ya no hay tantos que se muevan. Pero Spain is different. Por cierto, en Antena3 ya iban diciendo que iba gente de toda España al Macrobotellón granaíno sin comentar con demasiado entusiasmo que la gracia está en la fiesta de Las Cruces de Mayo, no en el botellón, información=manipulación...
PD: Dios es justo, así que algo habrás hecho...
PD2: Esto es un granaíno que se encuentra con otro...
- Hola!!
- Tu puta madre!!
Dios no es justo en Madrí, que ni si quiera te dejan beber por las calles (aunque luego.. pues en fin).
A mi me parece genial que habilitasen una explanada y todo y pusiesen servicios de emergencia a vustro servicio (valga la rebundancia..)
Nosotros nos conformaremos con seguir bebiendo en las esquinas..
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