18 abril 2006

Adioses

-¿Sabes? Me da rabia de que el silencio se apodere de nosotros en momentos asi.
-Tal vez tenemos miedo a decir algo que pueda estropear los últimos minutos.
-Tal vez es que no puedo hablarte a los ojos pensando que dejaran de deslumbrarme.
-Debería de estar llorando a lágrima tendida, y sin embargo, tengo los ojos secos.
-Yo debería de haberte traido la luna y sin embargo sólo te traje un petalo de amapola.
-Me trajiste tu corazón, ¿qué más puedo pedir?
-Que estos sean los cinco minutos más largos de nuestra vida.
-Lo estan siendo. Y tambíén son los más maravillosos... y los más tristes.
-Es horrible hacerse en cinco minutos a la idea de que todo lo que ha sido tu vida se esfuma.
-Desgraciadamente, la vida es asi.
-Por desgracia estamos vivos.
-Vivos y juntos, durante cinco minutos más.
-Afortunadamente, estamos vivos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A los protagonistas de tu dialogo les da miedo el silencio, pero ¿hay algo mejor que eso? decir todo con una mirada a la otra persona, no tener que hacer nada.. porque justamente sabeis lo que os pasa por la cabeza, hay veces que el silencio dice todo y en esos momentos te preguntas el por qué existen las palabras.
Es justo en estas situaciones cuando el tiempo se para, y.. el tiempo sólo se para en los momentos felices.

Anónimo dijo...

Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio...no lo vayas a decir.
- El último de la fila -

Aprendiz dijo...

Ternura de realidad. Mierda. Consigues todo lo que se puede conseguir. Puedo imaginarme donde están estas dos personas, puedo imaginarme el color de su pelo, sus ojos, incluso puedo imaginar sus caras. Mierda, escribes tan sumamente tangible...