Dada la polémica que ha suscitado mi teoría sobre Dios, voy a ampliar las miras, a ver si se amplía el debate y alguien aporta algo más. Claro que la verdad es que me dan bastante igual los teólogos reconocidos o filósofos que intenten demostrar la existencia de este (así como los que quieren demostrar lo contrario). Me gustan más las teorías descabelladas y con cierto sentido del humor. Esto esta extraído de un libro de ciencia-ficción (por tanto, creo que sobra decir que el pez Babel no existe, por lo menos que se sepa), pero la teoría es interesante.
Esto esta extraido de La guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams. El sentido del humor de Adams es inconfundible.
“El pez Babel es pequeño, amarillo, parece una sanguijuela y es la criatura más rara del Universo. Se alimenta de la energía de las ondas cerebrales que recibe no del que lo lleva, sino de los que están a su alrededor. Absorbe todas las frecuencias mentales inconscientes de dicha energía de las ondas cerebrales para nutrirse de ellas. Entonces, excreta en la mente del que lo lleva una matriz telepática formada de la combinación de las frecuencias del pensamiento consciente con señales nerviosas obtenidas de los centros del lenguaje del cerebro que las ha suministrado. El resultado práctico de todo esto, es que si uno se introduce un pez Babel en el oído, puede entender al instante todo lo que se diga en cualquier lenguaje. Las formas lingüísticas que se oyen en realidad, descifran la matriz de la onda cerebral introducida en la mente por el pez Babel.
Pero es una coincidencia extrañamente improbable el hecho de que algo tan impresionantemente útil pueda haber evolucionado por pura casualidad, y algunos pensadores han decidido considerarlo como la prueba definitiva e irrefutable de la no existencia de Dios.
Su argumento es más o menos el siguiente: «Me niego a demostrar que existo», dice Dios, «porque la demostración anula la fe, y sin fe no soy nada».
«Pero», dice el hombre, «el pez Babel es una revelación brusca, ¿no es así? No puede haber evolucionado al azar. Demuestra que Vos existís, y por lo tanto, según Vuestros propios argumentos, Vos no. Quod erat demonstrandum».
«¡Válgame Dios!», dice Dios, «no había pensado en eso», y súbitamente desaparece
en un soplo de lógica.
«Bueno, eso era fácil», dice el hombre, que vuelve a hacer lo mismo para demostrar que lo negro es blanco y resulta muerto al cruzar el siguiente paso de cebra.
La mayoría de los principales teólogos afirma que tal argumento es un montón de patrañas, pero eso no impidió que Oolon Colluphid hiciese una pequeña fortuna al utilizarlo como tema central de su libro Todo lo que le hace callar a Dios, que fue un éxito de ventas.
Entretanto, el pobre pez Babel, al derribar eficazmente todas las barreras de comunicación entre las diferentes razas y culturas, ha producido más guerras y más sangre que ninguna otra cosa en la historia de la creación.”
Espero que os haya gustado.
A todo esto quería yo también aportar que hoy me he salpicado tres veces con aceite hirviendo en los brazos (dos veces en el brazo derecho y una en el izquierdo) mientras hacía la comida (desconozco lo que es el arte culinario) y me he quemado (evidentemente).
Tampoco ha ocurrido nada que evitara tal desgracia.
Sostengo, por tanto, que Dios no existe.
7 comentarios:
Yo creo que simplemente que la idea de mezclar el aceite con cosas para que salte es obra del Diablo...y si existe el Diablo...¿por qué no ha de existir Dios?
hola!
Je, me recuerdas? Soy el amigo d fausto, el q tuvimos una charla interesante en msn, jaja!
Para la historia del pececito babel necesito otro "diseñador" que creo la historia, jaja!
Como dice Robert, si existe el Diablo, tambien existira Dios.¡Aleluya!
Bueno, cuidate, a ver cnd tenemos otra charla interesante, jejeje!
igual el diablo es el mismo dios, pero cuando tiene un día cabroncete... XD
yo juraría que eso de ponerle cosas al aceite hirviendo para freirlas ha tenido que ser invento de algún cocinero... los cocineros son el diablo!!! y los catadores son dios, que nos protegen de las maldades de los cocineros (si bien se les escapa alguna cosilla de vez en cuando)
¡Muerte a la cocina!
Está claro que la cocina es el infierno, donde la gente se quema, es en la mesa durante la comida donde se alcanza el paraiso y mucho más si te sientas a la derecha del cocinero que es Dios, pero también es el diablo porque encarna ambiguamente tanto bien como mal.
Lo único claro de este asunto es que los ángeles ponen la mesa
Interesantes teorías todas, sí señor, cada vez estamos más cerca de demostrar la existencia de Dios (y con ello su inexistencia)
No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, están basadas en una enraizada necesidad de creer.
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